Los resultados de un estudio han revelado que la inteligencia y la preocupación siempre han estado relacionadas con la inteligencia. Esto ha descubierto una Universidad Estatal de Nueva York. Los investigadores aclaran que ambos rasgos coevolucionaron en los seres humanos.
Por todos es considerado que preocuparse demasiado es un aspecto muy negativo en la personalidad de una persona, mientras que la inteligencia es una cualidad que se valora muy positivamente. Lo cierto es que, la preocupación puede hacer que nuestra especie evite situaciones peligrosas. Al no asumir esos riesgos, las personas preocupadas tienen una probabilidad mucho más alta de sobrevivir. Por lo tanto, la inteligencia al igual que la preocupación aporta beneficio.
El estudio llego a estas conclusiones midiendo el coeficiente intelectual de pacientes con trastorno generalizado de la ansiedad y se comparó con el de voluntarios sin problemas de ansiedad. El resultado fue que quienes sufrían ansiedad poseían alto coeficiente intelectual. En los sujetos sin problemas el coeficiente intelectual era inferior.
El resultado de esto es que tanto la preocupación como la inteligencia están caracterizadas por una falta de colina y otros varios compuestos relacionados en el cerebro. La colina es uno de los componentes que más abundan en los tejidos cerebrales del ser humano.