Behati Prinsloo, la que en el desfile me pareció un codorniz en la bandeja en el mostrador de Mercadona, resulta que con otra luz y con otros atuendos no está nada mal. Incluso casi llego a entender a Adam Levine de Maroon 5 porque quiere urgentemente casarse con ella.
El desfile anual de Victoria’s Secret ya pasó, pero las modelos no paran de trabajar. De hecho casi inmediatamente después del desfile Behati Prinsloo y su compañera, la modelo rumana Andreea Diaconu, se fueron a una isla caribeña San Bartolomé y ahí, disfrutando de sol y playa posaron para el nuevo catálogo de la marca de ropa de baño.
Mientras nosotros aquí revolvemos las profundidades del armario en búsqueda de la ropa que nos abrigue, Behati y Andreea se lo pasan en grande en San Bartolomé con estos mini trapitos llamados bikinis. Todo el día en la playa riéndose, tomando el sol y bañándose. Y encima, cobrando por ello. Y las dos están para morirse. Para morirse de envidia o de amor.
Dos días antes en la misma playa posaba otro angelito de Victoria’s Secret, la rusa Daria Malygina y también para quitarle el hipo a cualquiera.