Que nos estamos yendo a otros países es tan palpable como terrible, para un país que está perdiendo a mucha parte de su población activa. Otros lugares parecen encender la chispa de la esperanza que muchos han perdido, y en este caso una de esas ciudades es Berlín. Si bien, por el idioma puede resultar complicada la vida en la capital alemana, no lo es más que tomar la decisión de vivir fuera del nuestro propio país.
Berlín fue una ciudad que se denominaba a si misma “pobre pero sexy” , un término, el primero que ahora nos resulta extraño. La vivienda en Berlín ha aumentado de precio por el constante fluir de extranjeros que van a vivir allí. Muchos de los propietarios han subido los alquileres que aún así son de los menos caros de Europa, unos 300 € por una vivienda de 60 metros. Lo que hay que preguntar, seguramente al principio en inglés, es si la vivienda kaltmiete o alquiler frío, que no incluye servicios públicos, o warmmiete, alquiler cálido, que tampoco quiere decir necesariamente que incluya todo.
Es importante como en todos los países que pasemos por unas fases burocráticas como inscribirnos en el registro, con los datos de la vivienda…etc.
El empleo en Berlín tampoco vamos a decir que sea llegar un besar la mano del santo, primero porque lo del idioma, aunque nos apañemos con el inglés es importante, y segundo porque muchos han tenido la misma idea antes que nosotros y ya están allí. Lo que sí es un buen lugar para, iniciar un proceso creativo si eres artista, y esto es de vox populi.