De todos es sabido que la comida rápida no es una alimentación muy equilibrada. A estoy hay que añadirle que la ingestión de comida rápida aumenta el riesgo de sufrir estados depresivos.
Cuanta más comida rápida se consume, mayor es el riesgo de depresión. Bollos industriales, hamburguesas, perritos calientes, pizza…según los datos que aporta el nuevo estudio realizado quienes consumen comida rápida presentan un incremento del 51% de sufrir depresión respecto a aquellos que no se alimentan de este tipo de comida.
Uno de los dos estudios realizados, llevó a cabo un análisis entre 12.059 personas durante seis años, cuantificándose un incremento del riesgo de depresión del 42%. El nuevo estudio realizado, sobre 8.964 personas que nunca habían tenido depresión, dentro del proyecto, los resultados han sido todavía más extremos. Al cabo de una media de seis años, 493 fueron diagnosticados de depresión o comenzaron a tomar antidepresivos. Lo que es lo mismo, se había incrementado un 51% respecto a quienes no tomaban comida rápida.
Otro dato a tener en cuenta es que, quienes ingerían más bollería industrial y comida rápida son más propensos a estar solteros, ser menos activos y tener un patrón dietético mucho peor. El perfil de las personas que consumen comida rápida suelen ser personas que consumen tabaco y poseen un gran volumen de trabajo.