Os parecerá una broma, pero hasta relativamente poco los tacones eran un elemento de moda masculina. Los tacones altos durante varios siglos eran muy populares en el Oriente Próximo y se utilizaban para equitación.
Sobre todo los tacones eran populares entre los jinetes de Persia. Los tacones les ayudaban a ponerse de pie en los estribos y fijar esa posición. De ahí moda persiana se ha extendido por toda Europa gracias a las misiones diplomáticas que Persia envió en 1599 a Rusia, Noruega, Alemania y España. Las botas de tacón alto se convirtieron en algo extremadamente exótico y muy masculino. Y todo porque la caballería de Persia en el sigo XVI era la más poderosa.
En las adoquinadas y sucias calles europeas este calzado era muy poco práctico pero precisamente este detalle la hacía los tacones aun más atractivos para la nobleza del Viejo Continente. Era símbolo de alto estatus social. Gente que llevaba tacones con ello daba a entender que ellos no tenían que caminar demasiado. Su tarea era jinetear en sus caballos de pura raza.
El rey Luis XIV de Francia era uno de los mayores coleccionistas de este tipo de calzado. Siendo muy bajito, 163 cm de altura, con los tacones podía ganar hasta 10 cm más. Y sus tacones siempre eran de color rojo – símbolo del poder (por el alto coste de los colorantes rojos).
Luego esta moda traspasó el canal de La Mancha y ya en el año 1661 Carlos II de Inglaterra en el retrato para su coronación aparecía con los mismos tacones rojos. Aunque este rey no necesitaba ganar en altura ya que medía unos 185 cm.
En la misma época la moda masculina empezó a ser popular entre las mujeres. En los años 30 del siglo XVII las mujeres han comenzado a cortar corto el pelo, llevar las caponas, sombreros masculinos, fumar las pipas y, por supuesto, los tacones. Pero con la llegada del racionalismo a Europa destacar las diferencias estamentales era mal visto y la ropa se orientó a la practicidad. Fue cuando se reforzó el contraste entre la ropa masculina y femenina.
En el siglo XVIII se creía que solo el hombre era capaz de convertirse en un ciudadano gracias a la educación. Las mujeres se trataban como unos seres irracionales y imposibles de educar. Y los tacones altos era una de la representaciones de esa irracionalidad. Y así en para el año 1740 los tacones dejaron de ser un elemento de ropa masculina. 50 años después, con la Revolución Francesa los tacones también desaparecieron del guardarropa femenino. Desaparecieron para volver en la segunda mitad del siglo XIX, pero esto ya es otra historia.