Cuando el Dios repartía el sentido de humor a algunos no les llegó. Y no sé porque entre los policías esta gente se encuentra más a menudo. Así la semana pasada los agentes de la policía británica pararon un coche de tres ruedas cuyo conductor llevaba en el asiento de copiloto a una muñeca hinchable.
Los agentes le pidieron al conductor Richard Foster deshacerse de la muñeca o en todo caso desinflarla ya que ciertas partes del cuerpo de su «acompañante» no están hechas para dejarla a la vista de todo el mundo. Y es que por la calle pasan las familias con menores de edad, la gente sensible y mujeres embarazadas que no lo van a ver con buenos ojos. Y en caso de no querer obedecer Richard Foster tendría que ser detenido.
El indignado señor Foster por supuesto cumplió los órdenes del policía, al que luego en una conversación con los periodistas llamo «imbécil» y «burócrata».
La verdad es que la historia es absurda a más no poder. Resulta que ese día señor Foster se dirigía a buscar a su mejor amigo que se casaba la misma tarde. El coche en el que iba era copia del modelo que aparece en la serie de comedia «Only Fools and Horses» y Richard lo alquiló especialmente para la ocasión. Y la muñeca era parte de una broma que el hombre quería gastarle a su amigo: se trataba de un episodio de la serie mencionada en la que uno de los personajes va comprando las muñecas hinchables llenas de un peligroso gas inflamable. Y es soso de policía va y le jode la broma.