A un jubilado alemán le ha tocado un premio de la lotería. Menuda suerte, dirán algunos de vosotros. Pero ese jubilado seguramente no piensa lo mismo. El caso es que el hombre llevaba ya tiempo separado de su mujer y después de que le haya caído el gordo de la lotería el hombre presentó por fin los papeles del divorcio. A su ex mujer esta situación no le ha gustado nada y presentó una demanda contra su ex marido
Y el juez ha decidido que él tiene que compartir el premio de más de medio millón de euros con su ex cónyuge y esos ocho años de separación no significan nada. Es más, el premio es parte de las propiedades obtenidas mientras el matrimonio de cara a la ley tenía su fuerza y como tal tiene que ser repartido.
La falta de interés de acabar con el matrimonio oficialmente le a jugado mala pasada a este pobre hombre. Él llevaba 8 años separado de su ya ex mujer, dejando pasar el incomodo momento de tener que dedicarse al papeleo y decidió comenzar el proceso del divorcio dos meses después de ganar el premio. Así que la decisión del juez, a todas luces desrazonable, es que el afortunado desgraciado le debe pagar a su ex 242 500 euros. ¿Qué peor pesadilla se puede llegar a imaginar después del divorcio?
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