Pasada la predicción maya de que el final del mundo se fechaba en el 22 de diciembre del 2013, a algunos nos queda la incógnita de si esta fecha no se habrá demorado un año… Los actuales conflictos bélicos que pueblan el planeta, que se dispersan tan rápido como fluye en dinero en manos de unos pocos y crece la desigualdad entre seres humanos y países, hace que más que una era provechosa, estemos ante una nueva Edad Media. Y quizás lo que nos llegue sea eso. Sacuden a la población noticias, de aviones desaparecidos a los que los rumores y las teorías sobre conspiraciones, raptos, hangares, y otras bizarrías nos colapsan la cabeza.
La NASA se ha puesto a examinar con detalle que nos sucede, y su conclusión es que la humanidad está en peligro por los propios humanos, y eso ya lo avanzaban filósofos, y pensadores, que analizando nuestra sociedad, encontraban en su construcción graves deterioros. Dos factores son los que nos llevarán a la ruina, el mal reparto de la riqueza, y por ende la utilización de nuestros recursos tanto naturales como creados por el hombre de modo inconsciente.
Y cuál es la solución, la de siempre, ser capaces de ser más ecuánimes en el reparto de riquezas, y para esto no sirve la filantropía de los más ricos, para desgravar en hacienda, sirve una verdadera inversión en construir sociedades igualitarias, y educar a nuestros hijos en la noción de igualdad, alejados del consumismo desaforado.