En el año 1983 se descubrió la existencia de un trastorno psicológico, el cual ha sido bautizado como «Síndrome de Peter Pan».
Este trastorno toma su nombre del famoso personaje de cuentos para niños, quien tenía la característica de no crecer y mantenerse por siempre en la infancia.
Este síndrome, se refiere a la dificultad que muestran algunos hombres para madurar, manteniéndose estancados en una posición infantil e irresponsable.
Esta enfermedad psicológica, que fue descubierta por el psiquiatra Dr. Dan Kiley, describe a hombres que tienen dificultad para aceptar los compromisos y obligaciones propias de la adultez, ya sean laborales, amorosas, o familiares.
Es así que solemos conocer algún hombre, que no puede hacerse cargo de un trabajo estable, no puede establecer una relación amorosa seria y comprometida, o no puede dejar de comportarse con sus hijos, tal cual si fuera un niño más.
Si bien, mantener algunas características infantiles, le dan a cualquier persona un toque de frescura y espontaneidad, en el caso de los hombres con el «Síndrome de Peter Pan», ésto llega a un extremo tal que dificulta la vida, imposibilitando un adecuado crecimiento y maduración, propia de todo ser humano.
Estos hombres suelen sufrir inmadurez emocional, por lo que intentan huir de aquellas situaciones que sienten que aún no pueden enfrentar. Además, se caractarizan por ser muy inseguros, y sentirse juzgados por la opinión de los otros.
Se cree que uno de los personajes más famosos que ha sufrido este mal, era el rey del pop, el mismísimo Michael Jackson, quien llegó a bautizar a su mansión como «Never land» (El país de nunca jamás, donde vivía Peter Pan).
Si alguno de ustedes se siente identificado con estas características, no es necesario alarmarse. Si bien es un trastorno serio, tiene solución: La terapia psicológica.
Un tratamiento psicológico con un profesional serio, seguramente podrá ayudarlos a vencer sus miedos al compromiso y a afrontar la realidad como un verdadero hombre. La clave para ello, es tan sólo perder el miedo a madurar y aprender a tomar desiciones por sí mismos, ganando cada día más independencia y más responsabilidad.