Nauta 360

En plena Guerra Fría, espías estadounidenses descubrieron que la Unión Soviética había construido un nuevo vehículo militar: el ekranoplano o barco volador. Una colosal embarcación capaz de alcanzar una velocidad vertiginosa y, gracias al denominado efecto suelo, elevarse unos metros sobre el nivel del mar. Una manera rápida de transportar tropas y mercancías. Con el paso del tiempo y salvo algún proyecto aislado para intentar desarrollarlo, este monstruo marino del mar Caspio cayó en el olvido. Al menos hasta ahora.

El joven diseñador australiano Jaron Dickson considera que una nueva generación de ekranoplanos podría convertirse en 2025 en un medio de transporte eficiente. Con 36,5 metros de eslora y propulsado por hidrógeno, el Ekrano Yacht volaríaa cuatro metros de altura y a una velocidad de 400 km/h.

Dickson, que actualmente trabaja en el estudio Ford Design de Melbourne (Australia), asegura que su futurista nave puede enfrentarse sin problemas a olas de hasta 3,5 metros de altura. Si las condiciones meteorológicas son adversas, no obstante, el Ekrano Yacht siempre podría realizar una navegación convencional. Además está provisto de un motor eléctrico con el que poder aproximarse a la costa sin contaminar.

La embarcación está diseñada para que sea una vivienda, por lo que el propietario podría desplazarse a cualquier lugar con la casa a cuestas. Es por ello que la embarcación, concebida para seis personas, cuenta con generosos ventanales y unos interiores diáfanos.

El Ekrano Yacht salió de la universidad de Monash y pronto comenzó a ganar protagonismo en los medios de comunicación y en las publicaciones especializadas de náutica y arquitectura. De hecho, el proyecto acabó siendo seleccionado para los premios nacionales de diseño australiano de 2011. Según estima su creador, el precio de la embarcación rondaría los 100 millones de dólares.

 

 

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