Desde que Facebook compró Whatsapp por 13.800 millones de euros el 20 de febrero de este año, parece no salir del periódico por noticias turbias. A los tres días de su compra el 22 de febrero tuvo una caída en la línea de comunicación. El mundo se paralizó, algunos creyeron que se había acabado. Ellos dicen tres horas, yo digo 5 horas, porque las conté de 19h a 24h.
Al pago de 0,89 céntimos por el servicio, ahora se le suma los fallos, que un consultor tecnológico, Bas Bosschert revela sobre la seguridad en la aplicación al efectuar la descarga y dar tu consentimiento ante las condiciones del servicio. Al parecer un desarrollador pernicioso podría en esas clausulas incluir alguna de extracción de datos que se graban en las tarjetas microSD de los Android. Un claro atentado contra la privacidad.
Lo cierto es que los expertos aseguran que hay que leer en profundidad las clausulas de aceptación y no descargar las aplicaciones de fuentes no seguras. Además Whatsapp tacha de exageradas las noticias sobre la seguridad de su aplicación. No sabemos muy bien que creer. Los virus informáticos se cuelan hasta en la sopa, y leer las condiciones de aceptación de un software, aplicación o lo que sea es peor que entender una citación judicial.