BMW inicia el 16 de febrero la comercialización en España de la sexta generación de la Serie 3, su coche más exitoso desde que lo lanzara allá por 1975, entonces sólo con carrocería de dos puertas.
Desde entonces, se han comercializado 12,51 millones de unidades en todo el mundo y en 2011, este automóvil representó casi el 28% de las 1,38 millones de unidades vendidas por la marca, para la que es su modelo clave. También en España, donde el pasado año distribuyó 4.500 unidades.
La nueva entrega supone un paso más en esta evolución, perfeccionando aquellos aspectos que ya eran buenos –motores, comportamiento, seguridad- y limando las asperezas de los menos brillantes. Por ejemplo, la excesiva dureza de las suspensiones o la habitabilidad posterior, escasa para las demandas de mercados tan importantes como el chino. De hecho, este país también producirá el nuevo Serie 3, que se montará además en Alemania y Sudáfrica.
El equipamiento de serie de toda la gama contempla un nutrido equipamiento de seguridad, climatizador, llantas de aleación, acceso y arranque sin llave, sistema Driving Experience Control, indicador de cambio de marchas, etcétera.
Además, y como se hizo con el Serie 1 actual, sobre el coche básico el cliente puede escoger tres estilos de equipamiento que personalizan el exterior (parrilla, espejos, cerco de las ventanas, llantas) y el habitáculo (molduras, tapicerías, asientos). Estas líneas de denominan Sport, Modern y Luxury y tienen un coste de entre 1.100 y 1.800 euros según la motorización, lo que puede suponer ahorros de más de 700 euros si esos elementos se adquiriesen por separado.