Según podemos saber desconectarse del correo electrónico del trabajo durante un tiempo razonable, es decir algunos días, no unas simples horas, puede producir una reducción de estrés y ayuda a concentrarse mejor.
Los investigadores realizaron monitorizaciones de los latidos cardíacos de usuarios de ordenadores en un edificio de oficinas cualquiera, a la vez que unos detectores de sofware registraban la frecuencia con la que se abrían y cerraban las ventanas del escritorio de su PC.
De esta manera consiguieron comprobar que las personas que consultaban sus correos electrónicos cambiaban de pantalla el doble de veces y se mantenían fisiológicamente en un estado de alerta, con latidos más constantes. Por otro lado, a las personas que se les prohibió utilizar el correo electrónico durante un total de cinco días tenían un ritmo cardiaco más natural que las otras personas. Latidos variables lo que se considera un claro indicador de salud.
La conclusión de todo esto ha sido que obligar a los trabajadores a descansar del correo electrónico, se practica menos la multitarea y sienten menos estrés.
Se conoció que las personas con el correo electrónico abierto cambian de ventana un total de 37 veces cada hora, mientras que los que no usan este servicio cambian de ventana tan solo un total de 18 veces en el mismo periodo de tiempo que los otros.
La conclusión del estudio fue que dejar de lado el correo electrónico durante una parte de la jornada laboral aumenta la productividad y reduce el estrés.