Fortalece tu espalda

Os contamos en masculino.es algunos trucos para fortalecer la espalda en casa:

1. Con mesa: remo en mesa (Dorsal ancho, deltoides posterior)
Mucha gente asocia la espalda con el dorsal ancho. Si bien casi todos los ejercicios de espalda usan los dorsales, éstos no son los únicos músculos que se han de trabajar. En este ejercicio trabajas también la parte posterior de los deltoides, que ayudarán a dar esa forma de V a tu tronco. Túmbate bajo una mesa sólida y agárrate a su borde con la anchura de tus hombros. Manteniendo el cuerpo rígido, tira del pecho hacia arriba, aguanta y luego desciende. Mejor si lo haces antes de servir la cena.

2. Con puerta: déjame entrar (Dorsal ancho, romboides)
Mirando hacia una puerta abierta, coloca los pies a ambos lados de ésta y agarra los dos pomos. Inclínate lentamente hacia atrás hasta que los brazos te queden rectos. Necesitas un buen agarre al suelo así que no lo hagas con calcetines. Sin mover el tren inferior, tira del pecho hacia arriba hasta que toque la puerta. Repite. Aprieta los omóplatos entre sí en la parte alta del movimiento, para trabajar un poco más. Y para equilibrar intercala cada ejercicio de éstos con una serie de flexiones. Todo en el mismo día.

3. En el suelo: retracción escapular (Dorsal ancho, romboides, trapecio, hombro)
Una mala postura es como una mala percha: da igual lo que le pongas, que siempre quedará fatal. Soluciónalo colocándote en posición de flexiones, y apretando los omóplatos entre sí durante 10 segundos. Eso supone una repetición. Este movimiento te protegerá ante lesiones, y te dará una apariencia más simétrica, según apunta la investigación publicada en Archives of Physical Medicine and Rehabilitation. Si lo haces en el salón, además puedes seguir The Walking Dead al mismo tiempo

4. En la cocina: peso muerto a una pierna (Dorsal ancho, zona lumbar)
Sostén una pesa ligera en cada mano. Si no tienes en casa, utiliza cualquier producto enlatado. Colócate con los pies juntos, y después despega el pie derecho del suelo. Flexiona ligeramente la rodilla izquierda y baja las pesas hacia el suelo, manteniendo la espalda recta. Detente justo antes de que las pesas alcancen el suelo, y vuelve a elevarte. Este movimiento te trabajará también el core, así que por el mismo precio consigues también abdominales

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