Como bien se sabe, somos diferentes en todo. El reloj biológico de cada uno de nosotros se ajusta a su propio ritmo y por ello no existe una hora perfecta para todo el mundo en cuanto a la planificación del entrenamiento. Cada uno debe elegir el momento según sus propias sensaciones y ritmo de vida. ¿Pero cómo hacerlo?
Mañana:
– Si eres de los que tiene una jornada laboral estándar, de 9 a 6 con una hora para comer, entonces para tener que entrenar por la mañana habrá que madrugar aun más de lo que sueles hacer habitualmente. Y eso significa levantarte de la cama de verdad y no posponer la alarma del despertador para una hora más tarde.
– Entrenar por la mañana tiene una ventaja: ningún compromiso y quehacer no te impedirá entrenar mientras que ésto sí hubiera pasado al tener planes de entrenar por la tarde.
– Además si eres de lo que se despejan con el ejercicio físico entonces probablemente entrenando por la tarde tendrías luego problemas para conciliar el sueño, mientras que entrenando por la mañana a lo mejor luego ni necesites el café para estar al 100% durante el día.
Mediodía:
– Entrenamiento al mediodía es una buena forma de dar un descanso a tu cuerpo entre dos intensas sesiones de trabajo. A veces el mejor descanso es cambio de actividad.
– Pero si tu entrenamiento es al aire libre entonces en verano no sólo es un problema sino casi un peligro para la salud.
– Aunque si eres de los que prefieren sufrir de verdad entonces es tu hora. Aun así te sugiero que lo consultes con tu médico antes de que te de un patatús.
Trade/Noche:
– Entrenar al final del día es una buena forma de dar un descanso a tu cerebro (si es que éste se ha esforzado durante el día :D).
– Pero como dije anteriormente, tu jornada laboral puede alargarse o pueden surgir problemas o compromisos de diferentes tipos. O te puede dar muchísima pereza… Con lo bien que se está en esta terraza tomando una cerveza con amigos.
– Si entrenas en una sala de fitness prepárate a sufrir grandes aglomeraciones de otros sufridores como tu ya que es la hora más popular en los gimnasios.
Yo personalmente soy de las personas que entrenan por la noche. La razón principal: mi ritmo biológico me lo pide. Así que aquí hay que tener mucho en cuenta las sensaciones subjetivas de cada uno. Y lo más importante es no dejarse llevar por las excusas y hacer deporte sea cuando sea.