Controlar el consumo de este producto tan necesario para el ser humano se ha convertido en una de las tareas de la organización de la salud mundial y la Asociación Española de Cardiología. Mientras que la cantidad recomendable con una 5 gramos al día los últimos datos hablan de que el consumo es de 9,8 gramos por persona y día.
Rebajar el consumo a 5 gramos nos daría una mayor calidad de vida y rebajaría los infartos cerebro vasculares, pero controlar la sal, no sólo es algo que debemos hacer como componente de aderezo en las comidas, sino que hay que mirar bien que existe en otros productos ya elaborados como embutidos y cereales, también el pan.
Otros estudios han llegado a comparar la adicción a la sal como equiparable a los efectos que provoca la cocaína. Con la ingesta de sal nuestro cerebro provoca cambios en la zona del hipotálamo y segrega dos proteínas la dopamina y la orexina. Y también hay que buscar responsabilidad en los fabricantes que deben explicar con detalle qué cantidad de sal hay en sus productos, para que el consumidor sea consciente de lo que va a ingerir. Vivir sano es una cuestión de salud pública también.