Desde el pasado 4 de noviembre, la firma de calcetines suecos Happy Socks ha decidido abrir su equipaje y reposar de su eterno viaje alrededor del mundo para asentarse en nuestro país, con el cual forman ya más de 50 en los que se venden sus productos.
Para quienes no estén muy al tanto, Happy Socks nace en 2008 con el objetivo de convertir algo cotidiano y esencial como es un calcetín en un objeto de deseo lleno de color y capaz de transmitir felicidad. Sus productos se dividen en: Por un lado, una colección principal de básicos que se presenta durante todo el año, en materiales como el algodón peinado y el cáñamo e hilo reciclados. Y por otro, las diferentes ofertas de cada temporada, este mes desembarca en las tiendas una nueva colección cuyos tejidos incluyen nylon, angora, algodón peinado y lana.
Un abanico de estilos es lo que propone esta marca sueca. Además de la increíble oferta en materiales, estampados y carta de color, Happy Socks se trata de un producto unisex, ya que cree que todo el mundo debe poder llevar cualquier calcetín que le guste. Esta colección de calcetines se caracteriza por una variedad casi infinita de modelos para hombres y mujeres, y diseños, para cualquier ocasión, mentalidad y estilo.