Un estudio realizado hace unos años por científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos, revelaba que existen tres componentes de los alimentos que fortalecen las sinapsis -conexiones entre neuronas- y aumentan las habilidades cognitivas tras consumirlos habitualmente durante tan solo cuatro semanas. Se trata de la colina, presente en los huevos; el monofosfato de uridina, contenido en la remolacha; y el ácido docosahexaenoico (DHA), un ácido graso esencial poliinsaturado que ingenirmos a través de pescados grasos como el salmón y la sardina, así como en algunas algas.
En experimentos con roedores, los investigadores comprobaron que el consumo de estos tres ingredientes a diario no solo mejoraba el desempeño de tareas y las capacidades cognitivas, sino que producía cambios bioquímicos evidentes en las sinapsis neuronales que implicaban un aumento de la inteligencia.