La marca Infiniti ha apostado por una tecnología muchisimo más sencilla y barata que la de sus rivales, incluido Lexus. Este Infiniti se mueve, en parte, gracias al motor V6 gasolina con 3.5 litros de capacidad que ha sido modificado para tener un rendimiento mayor en lo que se denomina “ciclo Miller”. Este bloque entrega 360 CV que, unidos a 68 que se suman en la batería de propulsor eléctrico, hacen que el M35h tenga una potencia casi total de 374 CV en el eje trasero.
Lo mejor de este nuevo vehículo no es ya solo la potencia, sino también su par motor, que nos ha parecido encomiable. Su salida desde parado y las recuperaciones que permite hacen del M35h un referente mecánico en su segmento. Otros son más suaves, más silenciosos, más progresivos… pero ninguno de ellos empuja como el Infiniti. Comprobado.
Aparte de la mecánica, lo más llamativo es su comportamiento dinámico. Se han conseguido mitigar los balanceos, tan característicos en coches enfocados al mercado estadounidense. Estamos acostumbrados a probar coches que en EEUU son un éxito, pero con los que sales de una curva cerrada totalmente despeinado… aunque lleves más gomina que Mijatovic. En Estados Unidos les da igual; pero aquí no. Y en Infiniti lo saben y no dejan nada al azar. Seguro que el cliente europeo que quiera invertir más de diez millones de las antiguas pesetas en este coche no pasaría por alto imperfecciones dinámicas. Y el M35h no las tiene.
La principal clave del magnifico rendimiento de este coche es su peso. A ello ayudan unas baterías de iones de litio con tan sólo 30 kilos, aunque capaces de mover al coche durante mucho tiempo en modo 100% eléctrico y de alcanzar así, incluso, velocidades cercanas a los 100 km/h.