Los ultrabooks

En estos días se está celebrando CES, la feria de electrónica de consumo más importante del mundo. Y las estrellas de este evento, que se celebra en la ciudad de Las Vegas, no están siendo ni las tabletas, ni los smartphones, ni siquiera los televisores 3D, por citar tres aparatos que han sido los protagonistas de las últimas navidades. Todo el mundo habla de  los ultrabook.

Los ultrabook son ordenadores portátiles con una serie de características bien definidas: no pueden pesar más de un kilo y medio y tener un grosor máximo de 18 milímetros. Su batería debe durar al menos 5 horas y no deben pasar más de dos segundos desde que que se pulsa el botón de encendido hasta que el equipo está plenamente operativo. También deben tener unos procesadores potentes (tecnología Sandy Bridge). Estas normas no las ponemos nosotros, las ha puesto Intel, en un intento de homogeneizar ese universo caótico que es el de los PC, en el que cada uno tiene diferentes especificaciones y formas, aunque todos tiene algo en común: en pocos meses se convierten en unos cacharros de lo más lento.

A los fans de Apple, todo esto les sonará a viejo, ya que el MacBook Air (y casi también los MacBook Pro) cumplen con todas las características antes mencionadas. Y es así. Los ultrabook son la respuesta tardía del mundo PC ante la hegemonía de los cacharros Apple. Parece mentira que los ordenadores hayan tardado tanto tiempo en dar con la formula de una batería de larga duración, mucha potencia y buen diseño. El único inconveniente de los ultrabook es su precio, no baja de los 1.000 euros, así que son bastante más caros que los ordenadores portátiles clásicos.
En pocos meses, veremos como las tiendas se llenan de ellos. Para ir abriendo boca, os mostramos algunos de los modelos más rompedores de esta nueva familia.

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