Según se ha sabido, permitir el uso de las redes sociales en el trabajo puede mantener a los trabajadores más felices y con una mejor actitud. Esta afirmación echa por tierra la idea de que aceptar el acceso a páginas como Facebook o Twitter reduce el rendimiento laboral.
Cada vez son más directivos que se dan cuenta de que la permisión del acceso a redes sociales en el trabajo no es, necesariamente, una perdida de tiempo. Esto hace que los empleados se sientan más cómodos y felices en sus puestos. El uso de estas redes sociales hace que los empleados descansen de la rutina y rindan mejor durante su turno, además de hacer que se sientan más satisfechos al tener posibilidad de atender a sus relaciones personales o familiares en el momento que lo deseen.
Por otro lado, se ha conocido que, cada vez menos empresas restringen el acceso a Facebook, de momento la red social más popular. Se espera que en 2014 simplemente un 30% de las empresas bloqueen el acceso a este tipo de webs.