Dormir es importantísimo. El descanso es fundamental para un buen rendimiento de nuestro cuerpo durante el día a día. Realizar una privación del sueño podemos hacer que el sistema inmunológico entre en acción. El cuerpo muestra el mismo tipo de respuesta que tras la exposición al estrés.
Recientes estudios han comparado los recuentros de glóbulos blancos de quince hombres jóvenes y sanos en condiciones totalmente normales, y en condiciones graves de privación del sueño. Los cambios más sustanciales se apreciaron en los glóbulos blancos que mostraban una pérdida del ritmo día-noche.
Ciertas informaciones relacionan la restricción y la privación del sueño con el desarrollo de enfermedades como la obesidad, la diabetes y la hipertensión. Otros han demostrado que el sueño ayuda a sostener el funcionamiento del sistema inmune, y que la pérdida de sueño crónica un factor de riesgo para su deterioro.
Los glóbulos blancos fueron medidos y analizados después de un estricto horario de ocho horas de sueño, cada día, y durante una semana. Por otro lado, los participantes fueron expuestos a 15 minutos de luz al aire libre dentro de los primeros 90 minutos de vigilia, y se prohibió el uso de la cafeína, alcohol o medicamentos durante los últimos tres días. Todo esto se llevo a cabo principalmente para estabilizar los relojes circadianos y así reducir al mínimo la falta de sueño.