Es paradójica e inquietante la noticia de que las personas con posibilidades de tener Alzheimer se libren del cáncer y viceversa. Bueno, ya sabemos que las dos no podemos padecer, así que gracias a la ciencia, nuestro porcentaje de sufrimiento se acota. Pasito a pasito cercamos los males y eso me reconforta. El estudio estadístico en un cierto número de pacientes, ha demostrado que los genes delimitan la patológica según, si eres unas personas proclives a enfermedades neuro degenerativas, bloquea la aparición de células cancerígenas.
Lo que está claro es que en cualquiera de los dos casos la enfermedad va relacionada con el envejecimiento de células, ya sean neurodegenerativas u oncológicas. Me pregunto si en realidad todas las ramas de la medicina están buscando la fuente de la eterna juventud o la llave para mitigar eso que nos produce tanto pavor, el dolor de la enfermedad. La senescencia es pues la patología contra la que luchan.
Lo cierto es que no se sabe el origen por el cual una enfermedad protege de la otra, si es por la enfermedad en sí misma, o por la medicación que se le da al paciente. Se sabe que existen fármacos para paliar los síntomas de la esquizofrenia que bloquean tanto la enfermedad neuronal como la aparición del envejecimiento celular o de tumores.
Larga vida a la ciencia.