Siempre se ha dicho que las personas que dejan de fumar ganan entre cuatro y cinco kilos después de 12 meses sin encender un pitillo. De esta manera lo indican varios estudios en los que se muestra como los exfumadores aumentan de peso sobre todo durante los tres primeros meses de dejar el hábito.
Las investigaciones han analizado los cambios en el peso de los pacientes que dejaron de fumar después del primer año, con y sin tratamiento. Los antiguos fumadores que no siguieron ninguna terapia aumentaron la cifra de 1,1 kg el primer mes, mientras que su peso subió a 2,3 kg el segundo mes, 2,9 kg el tercero, 4,2 kg al medio año, y 4,7 kg a los 12 meses. Hay que decir que el cambio es similar a las personas que dejaron el tabaco con la ayuda de algún tipo de tratamiento.
No obstante, los beneficios de dejar de fumar superan notablemente los posibles riesgos de ganar peso. Sin embargo, como en todo, hay excepciones. Mientras que el 13% gana más de 10 kg después del año, un 16% de los exfumadores pierde peso.