Cómo llegar a hacer mucho gastando poca energía

Vamos a ser francos: ¿quién es la persona de referencia para ti en tu trabajo? ¿Jeff Bezos o Steve Jobs? ¿O a lo mejor Henry Ford? ¿O tu amigo Pepé? ¿Y qué pasa si te propongo dar la vuelta a la tortilla y probar tomar el ejemplo de… las personas más longevas de Japón?

Un tal Justin Jackson, en los momentos de una crisis profesional, de repente se fijó en un dato de Okinawa, esa isla en Japón donde durante mucho tiempo había una base militar estadounidense. Y es que ahí hay una cantidad brutal de las personas que llegan a cumplir 100 años.

La crisis de Justin Jackson por cierto no era muy evidente a primera vista. Su negocio iba muy bien, Justin cada vez aumentaba el ritmo de trabajo y las cosas iban aun mejor hasta que un día Justin de repente entendió que… no quiere y no puede hacer nada nuevo. Él llegó hasta este punto cuando ni negocio, ni familia, ni sus partidos al golf no le alegraban. El hombre se ha fundido. Y de repente su negocio empezó a tambalear.

En búsqueda de inspiración Justin Jackson se fue a Japón. Y ahí nuestro protagonista descubrió que la longevidad de los habitantes de Okinawa era fruto de una regla confuciana, a la que se podría llamar la «Regla del 80%»:

«Come hasta que estés casi saciado»

O sea, saciado al 80%. Y Justin Jackson decidió aplicar esta regla no sólo en comida sino en toda su vida, incluido el trabajo. Él reorganizó todos sus trabajos de tal forma para que éstos ocupen tan solo un 80% de su energía mental, dejando reservado ese 20%.

Claro, fijar ese límite del 80% es algo muy subjetivo. Justin Jackson lo hizo a base de propias investigaciones personales durante su jornada laboral. Así él decidió que el 80% de energía se gasta si resolver durante el día 2-3 problemas claves, dedicando el resto del tiempo a las tareas que no requieren mucho esfuerzo ni tiempo.

En otras palabras es necesario aprender a hacer una pausa y terminar la etapa actual del trabajo en el momento cuando llega la sensación que puedes hacer un poquito más.

No es nada nuevo y el Principio de Pareto es infalible en todos los campos de actividad humana. Así que acuérdate de ello cuando de relente te entran ganas de mandar a todo al cuerno. A lo mejor para llegar a hacer más deberías trabajar un poco menos.